*La tarea de un líder es llevar a su gente de donde está hasta donde no haya llegado jamás*

Henry Kissinger

dijous, 14 de juny del 2012

LA HONESTIDAD



Una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. 
Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas. 
Los valores deben primero vivirse personalmente, antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.
La persona honesta, por sí misma, es garantía de fidelidad, discreción, trabajo profesional y seguridad en el uso y manejo de los bienes materiales.

Por el comportamiento serio, correcto, justo, desinteresado y con espíritu de servicio que adquirimos mediante la honestidad, esta se convierte en uno de los valores más importantes para el perfeccionamiento de nuestra personalidad.
La persona honesta se comporta de manera transparente con sus semejantes, esto le da tranquilidad, no toma nada ajeno, ni espiritual ni material: es una persona honrada.
Cuando se está entre personas honestas cualquier proyecto humano se puede realizar, y la confianza colectiva se transforma en una fuerza de gran valor.

Ser honesto exige coraje para decir siempre la verdad, y obrar en forma recta y clara.



«LA DESHONESTIDAD»

Cuando alguien miente, roba, engaña ó hace trampa, su espíritu entra en conflicto, la paz interior desaparece y esto es algo que los demás perciben porque no es fácil de ocultar.
Las personas deshonestas se pueden reconocer fácilmente porque engañan a los otros para conseguir de manera abusiva un beneficio.
Es muy probable que alguien logre engañar la primera vez, pero al ser descubierto será evitado por sus semejantes ó tratado con precaución y desconfianza.

«OBSTÁCULOS PARA LA HONESTIDAD»

a.- La impunidad que demuestra que se pueden violar las leyes y traicionar los compromisos sin que ocurra nada.
b.- El éxito de los "vivos" y los mentirosos, que hacen parecer ingenuas a las personas honradas y responsables, pues trabajan más y consiguen menos que aquellas que viven de la trampa.
c.- La falta de estímulos y reconocimientos a quienes cumplen con su deber y defienden sus principios y convicciones a pesar de las dificultades que esto les pueda acarrear.

















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