Los mejores líderes tiene un punto en común, profundidad al cubo: tienen un profundo conocimiento de la persona, un profundo conocimiento de sus puntos débiles y fuertes e inspiran una profunda confianza.
Quizá la verdadera sede de la inteligencia
no sea la razón, sino el corazón. Un corazón inteligente
y una razón sensible forman un tándem imparable.
Santiago Álvarez de Mon ( profesor de IESE )
Pilar Jericó